Toda tu vida soñaste
con ser el amor de su vida y hoy, solo eres esa nostalgia de serlo. Buscas que
te recuerde como algo especial y ya no sabe ni quien eres. Quieres que te
recuerde y piense en ti, pero tú eres quien la recuerda y piensa en ella. Sin buscarlo,
ya eres ese recuerdo que nunca guardó. Acéptalo, te creaste un pasado perfecto que
nunca pasó. De un día a otro te convertiste en esa historia que se cuenta una vez en la vida, y ya nunca más se
vuelve a contar. Te convertiste en todo eso que nunca quisiste ser para ella. En una persona que aunque la ama es ajena.
Mírate bien, no eres el amor
de su vida. Quisiste serlo pero no lo lograste. No eres ni el recuerdo de un
momento con ella. Te envolviste en sueños que no tenían razón de ser. Imaginaste cosas que no pasaron y que tú te creaste. Es injusto si, pero entiende que el amor no es justo y que aunque la quieras con todo
tu ser, eso no sirve para los dos. Tal vez hoy ya encontró al amor de su vida, y acepta
que no eres tú. Él es esa persona con un lugar privilegiado, que en el fondo respetarás y
admirarás, aún sin conocerlo. Él se convirtió en el amor, de ese
gran amor de tu vida.
Por: José Israel Espino Gaucin
Buena entrada, cruda realidad.
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