Las cosas que perdiste tendrás que aprender a olvidarlas o las encontrarás en otro momento. Tal vez no era tu tiempo, ni el momento en el que debían llegar. Pero recuerda que lo que se va y regresa, se queda para siempre. Que el agua de río que pierde su cause, en algún momento regresa para continuar con el trayecto que llevaba. Tal vez no vuelvan con la forma o la manera que deseas, pero si regresan, no debes dudar en que siempre fueron de ti.
Pierdes el tiempo si lloras por lo que se fue, por lo que no llego o por lo que pudo ser. Nadie recupera lo que perdió llorando o sintiéndose triste. Por esa razón, aprende de lo vivido y de lo que fue, ya que el pensamiento de lo que ya no está, solo será un fantasma que te atormentará todo el tiempo que lo recuerdes. A veces, entre recordar y olvidar existe una pequeña línea de diferencia que se llama tiempo.
Twitter: @dr_espino
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