sábado, 24 de agosto de 2013

Orgullo, pesada carga para vivir....


El orgullo es una carga pesada con la que tenemos que lidiar algunas personas. Nos ha acompañado desde que tenemos memoria y a algunos nos da pertenencia de los logros o de los fracasos. Porque tenemos que estar orgullosos y aceptar cada cosa que hagamos en esta vida, y el orgullo se encarga de eso. El orgullo nos puede dar fuerza en momentos de debilidad, en momentos donde tu cuerpo ya no da más. Se esconde dentro de tus sentimientos, para salir en los peores momentos. A veces interrumpe en el momento correcto, otras veces entiende que debe quedarse en ese lugar escondido para no hacerse presente. Nos levanta cuando el fracaso se hace presente y cuando la oportunidad está ausente. Nos da esa pertenencia cuando triunfamos y ese empujón, cuando nos hundimos en el pozo de la derrota.  

Pero tonto orgullo, vano. Que se quiere comportar en el amor, como lo hace en el trabajo. No entiende que debe ser diferente con cada persona que tenga enfrente.  Ya sé porque algunos piensan que no debe existir. Ya lo creo, pero algunos lo tenemos como un aliado que en algunas ocasiones nos juega malas pasadas. No es tan bueno siempre. Al fin, una pesada carga que durante el trayecto de nuestra vida, no es un buen acompañante. Debemos aprender a vivir con él, ya que nos ha ayudado en los peores momentos de nuestras derrotas. Pero debemos enseñarle que él no manda, y que el no debe regir tu vida. Se los escribe un orgulloso de lo peor, que tiene una pelea diaria con el orgullo…

Y tú.. Qué me dices?..

José Israel Espino Gaucin
Twitter: @Dr_espino 


domingo, 18 de agosto de 2013

El MÉDICO...


El médico y su constante necesidad de ser un ente nocturno. De buscar el conocimiento durante la oscuridad de la noche. No dejándole nada al azar. Buscando siempre la verdad para poder ayudar. Viendo el lado más cruel y real de la vida, la muerte. Intentando aplazar momentos para los demás, porque entiende que hay personas que no han terminado de contar su historia en este tiempo, y que la enfermedad, solo es un error que no debe ser determinante para que una historia se termine de escribir. 

El médico necio donador de su tiempo y espacio por otro ser igual a él. Que se pasa las horas, algunas veces, solo en cuatro paredes con un solo objetivo, preservar la vida. En donde la soledad, el café y sus ideas son sus acompañantes más fieles a sus noches. Noches que se vuelven días, y esos días en años. Esos años en los que debe aprender que al elegir su profesión acepto la responsabilidad más grande que puede darnos la vida, la cual es el hacernos cargo de otro ser humano.

Y el médico, creyente de que cada cosa que aprenda hace la diferencia en su diario caminar. Entendiendo que aún y con esto, el camino puede ser muy difícil y amargo. Pero como dice un escritor, "Hasta los peores caminos valen la pena ser caminados...". Y esto será solo una experiencia más, un aprendizaje en su andar. El andar en un camino que tiene paisajes brillantes, nublados y con tanta oscuridad, que lo harán dudar de continuar. Pero debe tener presente que la recompensa está en cada paso que dé y en cada persona a la que le haga el bien. Y como en todo, la mayor recompensa se encontrará, al final. 

JOSÉ ISRAEL ESPINO GAUCIN.
Twitter: @Dr_espino 

martes, 13 de agosto de 2013

Tu carta para antes de dormir…



Hoy ha sido un día muy pesado. No fue el día que hubieses deseado y sé que las cosas no salieron como quisiste. Pero eso ya quedo atrás y es momento para que duermas, te tranquilices, descanses el cuerpo y el alma. Mañana será un gran día, será el mejor día de tu vida. Por eso debes tranquilizarte, debes respirar, debes tomar una ducha y dejar que los pensamientos fluyan.

Te sorprenderá la razón por la que estoy escribiéndote esto si ya no somos nada. Sí tú ya tienes quien te de un abrazo de buenas noches y unas palabras de amor antes de dormir. Y bueno, la razón principal es que tú sigues presente en cada uno de mis días y en cada una de mis noches, y no importa que haya alguien más a tu lado que no sea yo, de todos modos mis buenas noches son para ti y para nadie más. No pueden ser para nadie más. Porque como te dije, tú estás en cada uno de mis días y no se diga de mis noches. Pero no debes asustarte o imaginarte cosas raras, solo que así ha sido y así será. No quiero invocar al pasado, porque así como el pasado y tu día, estos ya quedaron atrás. Pero no puedo negarte que me encantaría personalmente darte un beso y arrullarte antes de dormir. Que me contaras cada uno de tus miedos y que le busquemos una solución juntos. Y bueno, sé que eso no pasará. Sé que eso, ya no pasará. 

Me conformaré con la imagen, con las ganas y con el sueño de que eso suceda, al fin, si son mis sueños no te deben quitar ni tiempo ni suspiros. Buenas noches mi niña, que descanses. Si esa persona a la que quieres no te dio las buenas noches, yo te dejo un beso y el "Descansa princesa" que te debió haber dado. No importa que le pongas su nombre, su imagen a esto que te he escrito. Al fin, esta es tu carta para antes de dormir. Buenas noches princesa, que descanses. Sé que ha sido un día pesado pero estoy seguro de que mañana será un día mejor.

José Israel Espino Gaucin.
Twitter: @Dr_espino